Es época de exaltación de la naturaleza, de celebraciones, de cambios, de novedades, de la alegría de vivir.
Todo huele a primavera: el cielo azul brillante (o no, ya sabéis, cosas del tiempo en Galicia), las flores por todas partes, los árboles que brotan… Todo incita a salir de casa y disfrutar del momento tan bonito que nos ofrece la madre naturaleza.
Despiertan las terrazas de bares y restaurantes, y empezamos a ver gente tomando el aperitivo, o simplemente un café a media mañana, disfrutando del día. Los fines de semana se convierten en momentos de aventura, de escapadas (dentro de lo que se nos permite con los cierres perimetrales) al campo, a la montaña, o incluso si eres de los más valientes, a la playa. Y es lo lógico, ya que todo empieza a estar en su mejor momento.
Deja una respuesta